Benedetta, lo nuevo de Paul Verhoeven, es una polémica cinta que está incomodando a los más conservadores al estar basada en hechos reales: la historia de la monja Benedetta Carlini, envuelta en un tórrido romance lésbico en el siglo XVII.
El filme llega a salas de cines en México gracias a la distribución de Tulip Pictures que tiene pases dobles de regalo para los lectores de SinEmbargo para su preestreno en Ciudad de México.
Ciudad de México, 12 de agosto (SinEmbargo).– A sus más de ochenta años, el director Paul Verhoeven, detrás de cintas como Bajos instintos (1992) o Elle (2016), vuelve a las salas de cine con Benedetta, un filme que desarrolla —entre lo real y la ficción— la vida de una monja envuelta en un romance lésbico que enfrenta al poder de la Iglesia a finales del siglo XVII.
La película está basada en el libro Afectos Vergonzosos: Sor Benedetta, Entre Santa y Lesbiana de Judith C. Brown, una historiadora especialista en el renacimiento italiano que se encontró entre los archivos de Florencia una caja con las actas del juicio de Benedetta y que denostaban algo insólito dentro de la Iglesia: Un juicio contra lesbianas dentro de la Iglesia cristiana.
Benedetta Carlini fue una monja que se vio atraída por otra mujer, una novicia (Bartolomea) que llegó a su vida justo cuando las visiones que tenía con Jesucristo se intensificaban al grado de marcarla con estigmas que llamaron la atención de gran parte la Iglesia y del pueblo de Pescia, en Italia, que no dudó en su palabra.
El guionista holandés Gerard Soeteman compartió el libro con Verhoeven y rápidamente se vio seducido por la historia:
“Me llamó la atención lo precisos que son el juicio y el libro en la descripción de la sexualidad. En el documento original, el secretario del tribunal estaba tan sorprendido por los detalles sexuales descritos por Bartolomea, la monja que se acostó con Benedetta, que apenas podía escribir. Dejó espacios en blanco, tachó palabras, las reescribió... Bartolomea fue muy explícita en su relato de cómo se lamieron mutuamente. Es realmente muy interesante. El tercer aspecto que me motivó fue que Benedetta era una mujer del siglo XVII que había adquirido un verdadero poder, tanto en su convento de monjas teatinas como en su ciudad de Pescia. Benedetta era famosa como santa y como abadesa del convento. Alcanzó posiciones de poder a través de su talento, visiones, manipulaciones, mentiras y creatividad. Sea cual sea el medio, lo consiguió en una sociedad y una época totalmente dominadas por los hombres. Las mujeres no contaban para nada, excepto para la gratificación sexual masculina y la reproducción. No ocupaban posiciones de poder”, recoge una entrevista a Paul Verhoeven para la promoción de cinta.
Verhoeven se reunió con Gerard Soetema, con el que ha trabajado 50 años, para saber cómo llevar la vida de esta monja a la pantalla grande pero no llegaban a un acuerdo sobre cómo abordar varios aspectos, entre ellos, la sexualidad y el final. Fue hasta que intervino el punto de vista David Birke, guionista de Elle, que pudieron darle un sentido diferente al rumbo de la narrativa a diferencia de lo revelado por el libro de Judith C. Brown, y lo que terminó por mezclar lo real con lo que pudiera funcionar mejor para el espectador a través de la ficción.
LA IGLESIA Y UN VISTAZO AL PRESENTE
Sin tener la convicción de convertirse en una película anticatólica, el largometraje número 17 de Verhoeven es sin duda un acercamiento al gran poder que poseía la Iglesia en la vida de los pueblos y de las mujeres.
“Esa no era mi intención al principio, pero el tema forma parte intrínseca de la historia de Benedetta. Si se analiza su caso con detenimiento, es evidente que era una ferviente creyente. Sus visiones de Jesús pueden haber sido 'auténticas', pero también un medio para obtener lo que quería. Benedetta realmente creía que era la novia de Jesús. En todo momento, lo 've' como un pastor que guía su rebaño, de acuerdo con las imágenes del Evangelio de San Juan. Desde el momento en que Bartolomea ingresa en el convento, unos sesenta minutos de la película se dedican a la cristalización gradual de su relación amorosa lésbica”, asegura el cineasta.
A través de sus personajes, el director deja asomarse a la hipocresía de una institución como ésta y a los intereses individuales de cada uno con un sentido un tanto ambiguo que invita al espectador a imaginar y tener la libertad de elegir las cualidades de los personajes.
Aunque es una película que retoma una historia de hace cinco siglos, los temas retratados recuerdan a las problemáticas actuales como el patriciado, la visión de una Iglesia que se niega a evolucionar y la cercanía la política.
“Paul pensó mucho en Trump mientras rodábamos. Le daba mucho miedo el rumbo que se estaba tomando en Estados Unidos. La historia avanza y evoluciona a lo largo de los siglos, pero siempre está sometida a las corrientes contradictorias y a los avances de la civilización. Uno cree que la libertad se ha ganado, pero no. Tengo la sensación de que una película de época siempre resuena en el presente. Me alegro de que en los tiempos partidistas que vivimos, esta película difumine los límites, con misterio, ambigüedad e incertidumbre”, dijo Virginie Effira en una entrevista para cinta.
Además, como si jugará a hacer un viaje a la realidad actual, la cinta tiene como contexto la llegada de la peste bubónica que remonta a estos tiempos de pandemia, y que Paul grabó antes de saber sobre la COVID y sin tener idea de que lo venía para el mundo.
El filme guarda buen ritmo, y no deja caer la atención del espectador, no por algo ha tenido un largo recorrido por festivales como el de Cannes donde compitió por la Palma de Oro y la Palma Queer, el de Hong Kong , Hong Kong, Londres, entre una decena más.
Aunque por supuesto la polémica de la película a llegado a resonar en otras partes del mundo en donde a incomodado hasta un país entero como Rusia que terminó por prohibir la exhibición del largometraje en septiembre pasado aludiendo al “contenido provocativo” de la misma, pues una de las escenas fue “vista como una violación de la legislación sobre la libertad de conciencia, de religión y de asociación religiosa”, según explicó el Gobierno ruso.
A la cancelación de la cinta también se ha sumado Singapur y grupos conservadores han protestado en su contra como sucedió en Nueva York durante su estreno en el Lincoln Center.
PASES DOBLES DE REGALO
Después del estreno de la cinta en cines de Estados Unidos, Benedetta llega a México a través de sus salas comerciales este 20 de enero gracias la distribución de Tulip Pictures, que tiene 33 pases dobles para los lectores de la Ciudad de México de SinEmbargo para poder asistir a su preestreno.
La cinta es el martes 18 de enero en el Cinépolis Patio Universidad (Av. Popocatépetl 546, Xoco, Benito Juárez) a las 20:00 horas.
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